Es muy triste de arrastrar para un niño el no sentirse querido, sobretodo de sus padres en la infancia. Los cinco primeros años de vida son los que marcan al ser humano ya sea para bién o para mal, y si no cuidamos a esos seres tan frágiles, les estamos condenando psicológicamente y emocionalmente a su pena de muerte. Hay golpes y golpes, algunos golpes dejan morados, heridas e incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento en la mente e identidad de ese niño. Esos golpes se van a ver reflejados después en sus relaciones personales y en su relación con el mundo.
El silencio duele más que las palabras e incluso los golpes. Ese silencio es el peor de los castigos, por un momento imaginen que no han hecho nada ... tan solo nacer y apenas les hablan, desaparecen esos abrazos y besos, y en su lugar hay un ambiente de ahogo, gritos, lloros y golpes..., ¿ impotencia, verdad?; son detalles que se van grabando con fuego en el alma, que va modelando la personalidad de ese niño, que crece de forma muy rápida sin amor.